 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
El Jocote
El sitio arqueológico El Jocote recibió su nombre de los arqueólogos, ya que las ruinas se encuentran en las faldas del cerro El Jocote. Su nombre prehispánico aún no se conoce. El sitio se remonta al Preclásico. Debe haber prosperado en este lugar tanto porque había un poco de terreno plano, favorable para la construcción de grandes edificios, como también porque aquí estaba el vado donde se solía cruzar el río. El tiempo de su auge se dió para el Clásico Tardío debido a la influencia de Los Encuentros/Rax Ch'ich', que se encuentra unos 15 km río abajo. Los pobladores de esta época remodelaron la pirámide-templo A 5 que ya tenía más de mil años de existencia.
Durante las excavaciones arqueológicas se encontraron varios incensarios de los cuales dos estaban intactos. Estos presentan adornos relacionados con el "dios sol". Los q'eqchi'es y después los poqomes adoraron al "dios sol" bajo dos nombres: el "sol del día" o "saq q'e", y el "sol de la noche" o "b'alam q'e", que también llamaban "sol escondido". Este último, muy a menudo, se presenta en forma de un jaguar, pues la palabra "b'alam" a la vez significa "jaguar" - un animal que anda escondido en la noche.
En el siglo XIII renace El Jocote formando un perfecto Chinamital
Hay bastante evidencia que El Jocote fue abandonado durante los primeros siglos del tiempo Postclásico, para luego ser ocupado nuevamente a partir del siglo XIII. En esta época debe haber caído bajo la influencia del centro Kawinal del Postclásico Tardío que se encuentra al otro lado del río Chixoy cruzando los cerros hacia el norte, a solo una media hora de camino de El Jocote. En estos cerros ya existían varias aldeas y barrios residenciales pertenecientes al Gran Kawinal.
Los nuevos pobladores que se asentaron en El Jocote pusieron en marcha un gran programa de remodelación. Construyeron una nueva pirámide más alta, una casa larga para el linaje dominante, y otra casa larga para un linaje inferior a ambos lados de la plaza. Así se formó un perfecto chinamital, un típico núcleo de la organización social en la época del Postclásico. A lo mejor, el linaje dominante se había dedicado al juego de pelota, pues su casa de audiencia estaba ubicada al lado de la cancha.
Lugar ceremonial durante dos mil años
El sitio arqueológico El Jocote preservaba su función de lugar ceremonial hasta en nuestros tiempos. Las excavaciones revelaron que en la parte sur, próximo a la pirámide A 1, había un "altar de costumbres" y un "escondite contemporáneo",
que contenía 24 objetos pequeños, enterrados a poca profundidad. Se trataba de ídolos prehispánicos y una imagen moderna.
Se supone que un sacerdote maya de nuestros tiempos había escondido su tesoro en éste lugar poco antes de morirse. En otras palabras, en El Jocote se realizaron ceremonias mayas durante más de dos mil años hasta la construcción de la presa.
Texto: Ruud van Akkeren 